Uno de los mejores momentos de practicar yoga y meditación es a la mañana: el día recién está empezando y todo está mas calmo. Una práctica matutina puede ser profundamente consciente, pacífica y poderosa.
Durante la noche es normal que nos deshidratemos, por eso nos sentimos con poca movilidad, y con rigidez después de tantos horas recostados.
Estiramientos suaves y movimientos articulares, es lo que el cuerpo necesita para arrancar el día: vemos cómo nuestras mascotas se alargan tan elegantemente, estiramientos que son tan placenteros de hacer.
El movimiento suave centrado en la alineación de la columna a las mañanas, permite que durante el día puedas caminar, sentarte y estar de pie con más conciencia de tu cuerpo.
Mantener la postura más erguida durante el día, tiene un efecto muy positivo en el estado de ánimo y crea una apertura emocional para el día. Tener una rutina de cuidado personal, cultiva una sensación de calma, de bienestar y escucha. Esto también impacta en tus relaciones: podes estar más disponible para los demás por que ya te ocupaste de vos.
Durante esta clase nos concentramos en lo que necesita nuestro cuerpo para despertarlo de forma compasiva: movimientos lentos, estiramientos suaves, energización a través de posturas dinámicas y respiraciones yóguicas, cerrando la práctica haciendo foco en el propósito del día.
Los beneficios de una práctica de yoga por la mañana
- Estimula el intestino y promueve una buena digestión durante el día.
- Activa el metabolismo y fortalece el sistema inmunológico.
- Tonifica los músculos, mejora la postura y la salud de la columna.
- Mejora la circulación y expande la capacidad pulmonar
- Te llena de energía, y lo más importante: terminas la clase feliz!