La relajación consciente no es lo mismo que tirarse en el sillón a ver tele. En Yoga vamos aprendiendo de forma metódica, a entrar en un estado de relajación al final de la práctica tanto física como mental: preparamos al cuerpo en postura de savasana, en el suelo firme, piernas separadas, los pies caen hacia afuera; brazos separados del cuerpo con las palmas hacia arriba… el cuerpo va soltando todo el peso, practicando la entrega.
Esto sucede clase a clase, calmando cuerpo y mente de forma simultánea y entrenándonos hacia un buen descanso. Según la neurociencia esto impulsa la «respuesta a la relajación» y hace que unos genes se activen y otros se desactiven para optimizar la salud. Un estudio del Dr. Herbert Benson en 2013 muestra cómo sucede esto.
La respuesta a la relajación
El Dr. Benson explica que la respuesta de relajación es lo opuesto a la respuesta de estrés, y es inducida por cualquier práctica de mente y cuerpo que produzca relajación. Él organizó un estudio para investigar qué pasaba a nivel de los genes, en un entrenamiento de 8 semanas, con practicantes de yoga experimentados y otros principiantes. En estas sesiones los participantes aprendieron técnicas de
- Relajación sistemática.
- Respiración diafragmática, lenta y profunda.
- Escaneo corporal mencionando internamente cada parte del cuerpo
- Repetición de mantras para regular el discurso de pensamientos.
- Atención plena y meditación guiada para profundizar aún más.
También se llevaron para practicar todos los ´dias en sus casas, un audio de la misma secuencia que hacían juntos.
No es sorprendente que todos estos efectos beneficiosos fueran más pronunciados en los practicantes con más experiencia. Por eso: cuando estés llegando al final de la práctica hacia la relajación, no te escapes de la clase! Hacelo de forma consciente, por vos y por todos los que te rodean: la relajación, como todo, es también contagiosa.
Esto son los horarios para venir a practicar. Te espero en clase! Ceci
Fuente: La respuesta a la relajación