Desde que empecé a practicar Yoga y Meditación a los 24 años, mi vida y forma de pensar han cambiado continuamente para mejor. Siempre pienso cuán bueno habría sido mi adolescencia si hubiera empezado antes. Hay muchas razones para estimular a los más chicos a empezar a practicar, te cuento 3 razones principales para que los adolescentes de tu familia se animen a probar:
Primero, es una práctica muy natural. El Yoga impacta rápidamente en el cerebro, y nos ayuda a respirar correctamente, ejercitarnos correctamente, dormir mejor y relajarnos profundamente. La meditación hace lo mismo a nivel mental, permite que la mente funcione eficientemente de forma natural.
Segundo, cultivar buenos hábitos. ya hay infinidad de estudios científicos que afirman que los hábitos que se aprenden cuando somos chicos permanecen a lo largo de la vida. Si desde jóvenes las personas pueden experimentar los beneficios físicos, emocionales y mentales del yoga y la meditación, habrán adquirido hábitos para el resto de su vida. Y es seguro que recurrirán en menor medida al alcohol y a las drogas cuando atraviesen momentos difíciles. Tendrán más herramientas para transitar los desafíos, por que sus cuerpos y mentes aprendieron a ser más resilientes ante las dificultades, tristezas, estrés que presenta la forma de vida que tenemos.
Tercero, bajar un cambio! La práctica de yoga y meditación ayudan a desacelerarnos en un mundo que cada vez nos pide movernos más rápido, que provoca mayores índices de problemas en la salud mental de los más jóvenes. Yoga y meditación les permitirá a los chicos y chicas a relajarse y lidiar mejor con sus dificultades. Y sobre todo los ayudará a tener una vida más plena, disfrutar de sus relaciones, de la naturaleza, de su trabajo, etc.
Si hay algún adolescente en tu familia o entre tus amigos, invitalos a probar una clase.
Nunca es tarde para empezar, pero cuánto antes, ¡mejor! 😃