Más allá de todo el bienestar físico que genera el yoga, hay una inteligencia en los pasos de la clase, que aprovecha las curvaturas del cuerpo, sus movimientos, la forma en que fluye y se afirma en la tierra, que nos permite cultivar la atención.

De hecho, el yoga enseña meditación a través de la atención y observación de las posibilidades del cuerpo y la respiración. Esto genera un efecto multiplicador del bienestar integral: cuerpo fuerte y flexible, autoregulación de las emociones, registro de los pensamientos, conexión con el fluir de la vida y su sentido momento a momento.

Parecería exagerado decir que practicar yoga te conecta con el sentido de la vida… pero quien lo practica de forma regular y amorosa, sabe que es así! Vení a comprobarlo vos mismx. Te espero en el mat. Ceci