Este fin de semana, en Valle Tierra, durante la formación de Hatha Yoga, fui parte del módulo de Yoga con Sonido. Lucas Casanova con su generosidad que desborda, me invitó a guiar la práctica: cantamos bijas, el mantra de Rama, y unos versos del Hanuman Chalisa. De a poco fluyendo en la corriente sonora, esas 50 voces se volvieron una sola voz. Y lo que pasó fue mágico, sanador, transformador. Gracias a todos por estar 🙏🏻
Cuando la práctica terminó muchos compartimos sobre las sensaciones físicas que percibimos, y pensaba si la vibración y la intención generan todo eso en el cuerpo físico, mucho más es lo sucede en los cuerpos energéticos, mentales, intelectuales y de dicha, a los que no somos tan sensibles para percibirlos.
Cuando canto sola, o preparo clases de meditación con mantras, a veces me desanima pensar «Con todas las cosas que están pasando, y yo cantando…» Y después cuando el grupo se reúne me doy cuenta de lo bien que hace juntarnos, salir por un ratito de la vida personal, y conectar con algo más grande que nosotros.
Me gusta cantar todo tipo de canciones, pero los mantras tienen un aspecto impersonal que permite otro tipo de conexión. Las historias mitológicas, las cualidades de los dioses hindúes, la cadencia de las melodías, el sánscrito (amo el sánscrito), todo impacta en el estado de ánimo, permitiendo que los residuos energéticos drenen, que las emociones hagan catarsis, que la mente se calme, y la vibración genere una relajación física muy profunda, hacia un estado meditativo muy accesible a todos.
A mi me pasa que después de esas experiencias internas en grupo, todo lo que hago en mi vida tiene más sentido, me da más fuerza para seguir con lo que tengo que hacer, y me siento más segura sobre cuál es mi lugar de servicio en el mundo.
Tal vez, los que participan de estos encuentros grupales sienten algo parecido… Si pudieramos en nuestros trabajos y relaciones irradiar esa claridad que nos da la práctica, estaremos sumando esfuerzos para un cambio social, hacia una comunidad más pacífica y colaborativa, desde el lugar de cada uno. Por que si la práctica espiritual no tiene impacto social, hay algo que nos estamos perdiendo en el camino.
El primer sábado de cada mes, nos juntamos en Colegiales a vibrar mantras en grupo. Más info aquí. 🙌🏻Te espero! Ceci 👣