En una noche de las más frías, un encuentro lleno del fuego del yoga: así celebramos este miércoles el Día Internacional del Yoga organizada por Nina de Diseño que te adora, co creada con Javier Pinasco de Inyoga, en ese hermoso templo-salón de Valle Tierra.
Empezamos el encuentro haciendo foco en algo esencial: charlamos sobre los dos pilares que nos sostienen en este camino: Satsangha y Sadhana, dos palabras en sánscrito con profundo significado.

Satsangha hace referencia a las personas que practican juntas (sadhaka), al encuentro con quien transmite el linaje (guru), y a escuchar la sabiduría perenne (vidya). Es un encuentro para llenarnos de entusiasmo y comprensión, para recordar que no estamos solos en los desafíos de la vida, y que siempre hay un lugar donde volver para sanar, llorar, abrazar, y sentir la contención del grupo. Siempre en mi satsangha encuentro los lazos fuertes de la amistad.

Sadhana es la práctica, el grupo de ejercicios que elegimos para sostener una disciplina regular. Lo que me sorprende una y otra vez del yoga no es sólo lo accesible que es el método, sino también lo orgánico e integral que resulta con los diferentes niveles de quienes somos. Al hacer práctica física, tanto lo energético, emocional, intelectual y espiritual se ven impactados. No hay separación de quienes somos al practicar. Fortalecemos nuestra conciencia de unidad y coherencia interna.

Luego de esta charla, Javier nos invitó a pasar todo esto por el cuerpo, estableciéndonos en el observador de todo lo que sucede en nuestro interior al hacer yoga. Nos movimos, estiramos, respiramos, descansamos. Desde allí al silencio de los ejercicios meditativos.

Pudimos también llenar ese silencio cantando un shanti mantra: empezamos con una meditación vocal, y el cuerpo se transformó en un instrumento musical. La voz se abrió al recitar el Lokah Samastha Sukhino Bhavantu. Y sucedió la magia de volvernos una sola voz, encarnando la unión a la que nos llama el yoga.

Quedamos flotando, soltando todo el cuerpo en savasana, con una relajación guiada por la profunda voz de Javier en el canto del Om. Más magia.

No nos queríamos ir! Y para cerrar los festejos Nina sorteó un regalo de Diseño que te adora. Gracias a todos por haber hecho el esfuerzo de venir, y entregarse al disfrute de encontrarnos. Nos vemos pronto! Paz para todos los seres.

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