La vida se organiza para que cada persona pueda vivir su propósito y crear bienestar para todos. Para mi este es uno de los grandes misterios. Si no hay conciencia de esta armonía tan inteligente, terminamos pensando que somos nosotros quienes controlamos todo lo que nos pasa… gran error! Los yoguis llaman a esto «la ilusión del control«.

Esta ilusión da mucha tranquilidad interior creando un falso bienestar. Y cuando los planes no salen como pensábamos, sobrevienen olas de ansiedad, miedo, desconfianza: mucha agitación mental!

Los sabios yoguis aseguran que no controlamos casi nada de nuestras vidas. Solo unas pocas experiencias: por ejemplo podemos mover a voluntad algunos músculos del cuerpo, podemos tomar decisiones deliberadas, aunque no las alternativas que se nos presentan.

Para generar un real bienestar, el yoga parte de estas certezas y nos empodera para cultivar la paz interior y la comprensión profunda con ejercicios fáciles de aplicar en nuestro día a dia. Lo que realmente esta bajo nuestro control, es:

Regular el sistema nervioso a través del movimiento del cuerpo y la respiración consciente.

Todas las variantes del asana (yoga físico) nos llevan a esta experiencia de calma interna y poder construir de forma sustentable la vitalidad de nuestro organismo.

No hace falta que sean prácticas tan exigentes, y ni siquiera llegar a posturas acrobáticas como vemos fotos de yoga por todos lados. Lo importante es escuchar a tu cuerpo: qué necesita ahora, hasta donde puede hoy, en qué momentos sostener la postura, en cuáles fluir en el movimiento, etc. Al cultivar esas actitudes, y mantener la sincronía de la respiración con el movimiento del cuerpo, el sistema nervioso logra equilibrarse en la acción. Así podes entrar en estados de relajación profunda, para integrar todo lo que se trabajó en la clase. Sobre esa calma el bienestar sobreviene.

Aprovechar el poder de la mente generando intenciones cada mañana luego de unos minutos de meditación.

No importa cuánto dure la meditación: lo importante es que sea diaria y que puedas focalizar en un pensamiento a la vez. Generalmente esa danza de los pensamientos en la superficie de la mente se vuelven cada vez menos intensa, y hay días que ni siquiera molestan, generando dulces momentos meditativos. No luches con la agitación mental: siendo constate en la práctica la calma sobreviene con más frecuencia.

Conectar la voz con el corazón para sintonizar con el ritmo y la armonía de la vida.

El ejercicio de vocalizar sonidos como práctica meditativa, fortalece la coherencia mente-corazón, manteniendo disponible el puente que los une: la voz. El canto de mantras es ideal para estimular espontáneamente ondas de bienestar en todo el organismo psicofísico. El ritmo y la armonía musical, son el lenguaje del alma que nos entrena desde adentro para abrirnos y fluir en lo que la vida traiga. Al  soltar la idea de control en la experiencia meditativa, fortalece la confianza en la inteligencia ordenadora de la vida.

¡Hay tantas habilidades que se pueden desarrollar a través de una práctica regular del yoga! Veni a cultivar cuerpo, mente y corazón en unión en algunas de estas clases. Te espero, Ceci

 

Photo: @rawpixel

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