En cualquier momento del día, en medio de tu rutina diaria, deja por un momento lo que estás haciendo.
Si lo necesitas, al exhalar cierra tus ojos.
Recuerda algún momento en el cual te sentiste expansivo, silencioso, muy espacioso.
Concientemente recuerda lo que sintio tu cuerpo,: tus brazos, tu pecho, tu vientre, tus piernas.
Percibe como está ahora tu respiración
Recuerda el lugar donde estabas, las personas que estaban contigo, los sonidos, los aromas.

Retorna a la memoria del espacio infinito.

Ahora deja ir todos esos recuerdos anecdóticos, y quédate en identidad con el espacio mismo.

Sin importar si generalmente te definis como espiritualmente dormido o despierto, o si te pensas a vos mismo como un principiante en este camino, te aseguro que ya tuviste momentos de conciencia expansiva. Todo el mundo la ha tenido: en una relación amorosa, al conocer un gran maestro, en meditación o haciendo algún deporte, todos hemos tenido destellos de una realidad diferente sin la intervención de la mente. El movimiento de los pensamientos se suavizan y los límites entre lo que soy y lo que no soy se desvanece y por instantes se disuelve.

Cada vez que te permites recordar estos momentos, las funciones del cerebro se modifican para poder traer al presente esa memoria. La actividad de los lóbulos parietales disminuyen, y los lóbulos frontales se vuelven dominantes, particularmente el lado izquierdo. Algunos estudios sugieren que estos cambios son inmediatos cuando evocamos este tipo de memoria. Para poder experimentar o recordar algo, tiene que haber una modificación en el cerebro. Investigadores como el Dr. Andrew Newberg de la Universidad de Pennsylvania, y el Dr. Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin empezaron a establecer relaciones entre ciertos patrones del funcionamiento del cerebro y la experiencia subjetiva, que Newberg llama “ser absolutamente uno”.

Podes explorar esta práctica solo, recordando y abriéndote a la expansión, o podes practicar con un amigo describiendo la experiencia en voz alta.  Luego de unos minutos de rememoración, detente y percibe como estas experimentando este momento.

Fuente: Leap before you look, por Arjuna Ardagh

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