En los grupos de meditación, cuando ejercitamos sostener el foco de la atención, la mayoría de las veces pasa que nos distraemos con otros pensamientos: deseos, recuerdos, frustraciones… todo lo pendiente tiene el mal hábito de aparecer cuando queremos descansar la mente en el corazón.
A parte de seguir practicando día a día sostener el foco para fortalecer a la mente, también podemos trabajar con las distracciones en la vida cotidiana.
¿Cuándo suele aparecer este estado de la mente? Las distracciones generalmente se presentan cuando nuestro nivel de energía es bajo.
Las distracciones y la energía
Cuando tenemos energía, hay motivación, eficiencia y productividad.
Sin embargo, cuando estamos cansados, vienen los pensamientos: «a ver quien me escribió por whatsapp», «todavía no terminé eso», «qué estará pasando en Instagram», etc.
Son estos momentos en los que podemos ejercitar la auto-observación, y poder elegir de forma conciente cómo recargar energías, en lugar de reactivamente caer en distracciones que sigan quitando aún más energía.
Por ejemplo, hacer una relajación profunda, salir a caminar, tomar agua, tomar un baño, leer un libro, meditar, hacer ejercicio, caminar u otras cosas que nos gustan y hacen bien.
Al ejercitarnos en la auto observación tanto en la meditación como en la vida cotidiana, permite fortalecer los buenos hábitos mentales, y ayuda a superar los hábitos que queremos disolver.